lunes, 20 de enero de 2014

Desiste


Me regocijo observando tu mirada, hombre, mío, tan mío,
de ojos profundos, de deseos perdidos
incitando al convite, despertando el desafío
tenue cielo de otoño, arropando mis vacíos,
evidenciando tus labios, adoctrinando los míos.

Déjame admirarte hombre, hombre mío,
innegable ante mi alma
puerto entrante de mi propio navío
permite ahogarme en el dulzor de tu aroma,
y tropezar con gustosa, en el fulgor de tus bríos
ideándome extraviada con dulce oscuridad de tu piel el rocío.

Déjame contemplarte, hombre, hombre tan mío!
y descubrir con sapiencia, tus silenciados sigilos
misterios que anhelo e incauto sin permisos,
resucitando en tu boca, despertando los motivos
sentidos que me llevan a esa insania a la que me has sometido.

Déjame degustarte, hombre, hombre mío
mordiendo cada boceto, plasmado en mi camino,
y reclama cada beso, que el azar te ha escondido
permíteme mirarte, hombre, hombre mío
toma mi tiempo, mis días, mis latidos...
y déjame perecer en tu existencia eternizando el destino.

Gaby Fleitas
Derechos Registrados

No hay comentarios:

Publicar un comentario