le ganó en una audaz carrera a mi vivir,
el tacto de tu piel hizo acto de presencia,
y en el lienzo de mi alma, escribiste tu sentir.
En un solo impulso las prosas brotaron de tus labios
se posaron en los míos...hechizando mi camino
la locura desafió a la razón...
y de la mano latieron en mi pecho con atino.
Y tus caricias recorrieron mis praderas
deteniendo el tiempo, atravesando mis esperas...
súbitamente la lluvia bautizo las penas,
como verbo auxiliar, colmaste mi alma plena.
Y me sumergí en tu mirada deslizándome en tus labios,
divague inefablemente y sin prisa, por tu piel
en derredor, la luna iluminó nuestros cuerpos,
dos seres hallándose, dos almas... y su querer.
Gaby Fleitas
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