Cerezo

Se huele el silencio en el aire, el atardecer le esta ganando la carrera al día, aquellos árboles comienzan a mostrar formas extrañas, a medida que el sol se esconde, este tiempo gitano me recuerda a aquel amor vivido...al final del camino, logro divisar, nuestro cerezo, aquel que tantas tardes nos regalaba su sombra, su suave brisa...ahora me refleja muchos años de ausencia, despertando en mi memoria, recuerdos dormidos, grabados en añoranza.
Noches en que apurada terminaba mi tarea, contando las minutos, la distancia para recorrer a abrazarte y recibir ansiosa, un tierno beso...y tu amor.
A pesar de los años, el tiempo no ha logrado que te olvide, recuerdo...recuerdo la última vez que nos vimos, mis pies pesaban toneladas, contrariamente a lo que sucedía siempre, no quería llegar a nuestro encuentro, recuerdo la fecha, 15 de julio, de hace algo más de veinte años, mis padres me habían anunciado por la mañana que nos iríamos a vivir muy lejos, a otro país, donde tendríamos muchos beneficios económicos debido a su profesión, de pronto, el mundo se me desmoronó, todo mis sueños, proyectos, todos mis planes cayeron en un abismo sin fin.
Esa noche llegue donde siempre, allí estabas debajo del cerezo esperándome con un pequeño y maravilloso ramo de jazmines, mis lágrimas no se hicieron esperar, y luego, al enterarte tú, las tuyas tampoco,ambos abrazados como queriendo buscar respuestas, bajo el perfume de esas flores que tanto amo aún hoy, tratando sin éxito de hallar alguna solución, nos juramos, como niños que éramos, amor eterno y nos prometimos encontrarnos alguna vez en algún 24 de enero, fecha en que nos habíamos conocido, allí, bajo nuestro árbol, -"vendré cada año" dijiste de repente, cada fecha a esperarte, hasta verte llegar...yo, sonreí con lágrimas en los ojos, y el corazón doliéndome.
La vida nos condujo lejos, yo forme mi familia, seguramente, tu, la tuya, y con el tiempo, volví a vivir a mi amada argentina a forjar mi destino y el de mis hijos en mi lugar...no se porque hoy desperté y te pensé, quizás porque el despertador, anunció la fecha, solo sé que al tomar el auto olvide la dirección de mi oficina, por instinto manejé por varias horas, sin pensar en nada, una sola imagen tenía en mi cabeza....al estacionar el coche, tome conciencia del lugar, aunque algo cambiado por los años y víctima del modernismo, allí estaba nuestro parque, sonreí, con una triste melancolía, añorando por un instante volver a ese tiempo, camine y caminé ese lugar que conocía casi sin mirar, y allí estaba tan bello como siempre, firme, frondoso parecía como si en ese lugarcito el tiempo no hubiera pasado, me siento en el banco, donde tantas parejas lo han echo, disfrutando de ese cerezo, testigo de tantos amores formados, y de tantos besos a escondidas... cierro los ojos, para disfrutar ese momento, de pronto un maravilloso aroma a jazmín embriaga el lugar, y escucho una voz que creía olvidada y me resulta tan conocida, tan mía.... diciéndome, "hola cielo, viniste"...y allí estabas, con un pequeño y bien-amado ramo de jazmines...y tu inolvidable sonrisa...

continuará

Gaby Fleitas
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