Y la tersura de tu piel
fue la misma que recordaba;
tu aroma, textual
al que otrora me había embriagado,
tus besos sabían a esa dulzura inolvidable,
la mirada con la que tantas noches he soñado
invitaba a una alienada insensatez;
y el tiempo volvió a detenerse entre tus brazos,
la noche nos enlazo sin descanso,
bajo el cielo anubarrado convergimos,
escapando del tiempo,
en la coyuntura del lapsus,
y los segundos en que te esperaba
se hicieron siglos,
y los siglos en que te amaba,
fueron tan solo segundos;
me regalaste tu sonrisa hechizada,
te obsequie mis besos, tan tuyos!!
rindiendome ante ti entre la umbría,
despeñar con deleite a tu merced,
un dulce pacto a convenir sin palabras,
tu mano y la mía enlazadas,
oyendo el sonido del placer,
cediéndome tu sabor,
extasiándome cuál aprendiz, otra vez.
Gaby Fleitas
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Muy bonitas tus letras, lenas de sentimiento.
ResponderEliminarMe gusta tu espacio, te sigo leyendo. Besos