Y tu sonrisa traspaso las barreras,
y los sonidos de tu alma anclo en lo profundo de mi piel,
y me impregne súbitamente con el sutil aroma de tu miel,
y tus brazos y mi cuerpo fueron uno en un instante,
congelando el tiempo, perpetuando el aire,
y fuimos un solo sentir emancipados,
y quebramos uno a uno los esquemas,
y fluyeron esas caricias en desespera,
y nuestras lágrimas por sentirnos,
abrigaron nuestra hoguera,
y el otoño eterneció cada uno de los besos,
y sucumbimos hundiéndonos en nuestros anhelos,
resucitando en cada segundo de tu sosiego,
y con tinta indeleble escribimos cien lirismos,
delineando cada estrofa, cada verso...
hallándole desenlace a ésta insufrible yerra
y cada momento otrora imaginado fue real,
despertando en tu sonrisa, sonriendo en tu mirar,
y la realidad fue soberbia vencedora de los recuerdos,
bailamos sin música, soñamos sin sueño...
porque el destino no decretará por nosotros,
porque nuestro amor será eterna leyenda.
Gaby Fleitas
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