Espera

Madrugada, cruel y bella compañera
dueña absoluta de mis dolores, ama de mis quimeras
donde todo se intensifica, los anhelos, el dolor...las penas,
vete corriendo a su lado, cuéntale quien lo espera
sentada en el ventanal alejado...viendo pasar la primavera
en su otoñal vida...en sus ansias, desespera...
por ser besada, bajo este sol de invierno
sentir esas caricias, que él promete, tras la espera...
simplemente, ser amada, olvidando los infiernos...
estos labios secos, ardientes por los suyos
necesitan ser regados por su miel, por su locura...su boca
y quemarnos al fin en ese fuego que nos condena
desandando caminos, sintiendo en la piel,
su fragancia plena,
embriagarme en sus deseos cumpliendo sus osadías,
amarnos más y más, sin espera,
encontrar uno y otro día para amarlo
cuando lo mire a los ojos y en ellos contarles
mis secretos bajo ese cielo estrellado
fruto de tantos momentos añorados,
cobijados por la madrugada, ya esperada...
lenta, provocadoramente bella
que quema por dentro y enciende por fuera
porque así será el encuentro...borrará toda cruel condena
con caricias, con placer, una a una nuestras penas
que agobian, ahogan, estas interminables madrugadas...
en espera... de mi ansiada primavera.

Gaby Fleitas

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